lunes, 10 de agosto de 2015

Joven compra un boleto a Paris, Francia y llega a Dakar, Senegal

México, D.F. - El pasado viernes 7 de agosto el joven de 27 años Jerónimo Álvarez se encontraba apresurado e ilusionado por tomar un vuelo de la aerolínea AirFrance con destino al aeropuerto Charles de Gaulle en Paris, Francia para recibir un importante reconocimiento en materia de ciencia y tecnología; sin embargo, el joven aterrizó en Dakar, Senegal.

Esa tarde, Jerónimo salió de su casa con el tiempo suficiente para llegar a la terminal 1 del aeropuerto de la Ciudad de México. Cuenta que iba emocionado pues el CONACYT en unión con una empresa de químicos francesa lo iba a premiar por sus estudios realizados sobre un nuevo compuesto hallado en las moléculas diatómicas.

Su vuelo con destino a la ciudad de París despegaba a las 20:45 horas de aquella noche. Al encontrarse sobre viaducto Tlalpan, el tráfico era terrible, y no había manera de salir de ahí, un desastroso choque contra un árbol provocó que después de 30 minutos únicamente quedara libre un carril del viaducto por lo que tal incidente provocó que el joven llegara al mostrador de la aerolínea a las 20:07 horas. Incluso, comenta que tuvo que discutir con la señora del mostrador y el gerente en turno para que lo dejaran documentar.

Inmediatamente, Álvarez corrió de prisa para llegar a la puerta 37, que para colmo era la última. Jeronimo reconoce que es un poco distraído, pero asegura que el gerente en el mostrador le indicó la puerta 37 y aún cuando pasó los filtros de seguridad el oficial del aeropuerto le indicó que era la última puerta del pasillo. Desesperado corrió de prisa y al llegar a la última puerta ya dos señoritas lo esperaban inquieto para que entrara y cerraran el vuelo. Jerónimo mostró su boleto pero no dejo de correr, las encargadas lo animaban a que corriera de prisa pues únicamente lo esperaban a él. El vuelo se cerró.

"Recuerdo que desde que iba corriendo a la puerta venía con mi boleto en la mano, las señoritas de AirFrance me gritaban desde la puerta que corriera de prisa, rieron al verme, una de ellas tomó el boleto de mi mano, yo no creí necesario detenerme, era lógico que solo faltaba yo."

Al abordar no recordaba el número de asiento pero al ver el vuelo medio vació tomo una fila de tres lugares sin pasajeros, se sentó junto a la ventanilla, se relajó, el avión comenzó a tomar pista, se conectó sus audífonos, se tomó dos pastillas para dormir cayó rendido.

Un aterrizaje brusco despertó a Jerónimo mientras en piloto informaba "Bienvenidos a Dakar, la hora local son las 4:32 pm, el cielo se encuentra despejado y tenemos un clima de 27º C, esperamos que el vuelo haya sido placentero, disfrute su estancia en la costa de África y gracias por viajar con AirFrance".

"En ese momento, me quería morir, pensé que se trataba de una broma de mal gusto, yo no suelo comer ni pararme en vuelos largos, aprovecho para dormir. Ni siquiera podía verificar mi boleto porque lo había entregado a la señorita en México, me asomé por la ventana, me paralicé."

Al hablar con los encargados de la aerolínea insistían en que no había sido descuido de ellos y le exigían su boleto, Jerónimo no encontraba la forma de defenderse pero al comprobar que su nombre no aparecía en la lista de pasajeros y sí en la ruta a París, entendieron que efectivamente se encontraban frente a un gran error.

Finalmente lograron poner a Jerónimo en un avión con su destino final a Paris, sin embargo, no alcanzó a llegar al evento pero al menos recogió su premio. Actualmente continúa con una demanda a la aerolínea la cual insiste en que el error fue del pasajero por no darse cuenta. Jerónimo no solo los demanda por llevarlo a otro destino, se defiende argumentando que no lo detuvieron para pedirle el boleto, que nadie lo revisó y nadie lo paró del lugar que tomó.

"Desde México me dijeron que me estaban esperando a mi, estoy seguro que abordé por la puerta 37 y quienes me atendieron allá insisten en que era la puerta 36, también la última del pasillo pero del otro lado. Además de eso, mi maleta esta perdida y exijo también el pago por ella. No vuelvo a volar en esta aerolínea y eso que me parecía de las mejores."

Los abogados del joven insisten en llevar el caso hasta las últimas consecuencias y un vocero de la aerolínea dice que el joven sólo trata sacar provecho de un mal entendido para hacerse de un incentivo. Habrá que ver hasta donde llega esto.





NOTA: EL CONTENIDO DE ESTE REPORTAJE ES FICTICIO Y SE ESCRIBE ÚNICAMENTE PARA EFECTOS ACADÉMICOS. 












1 comentario:

  1. Apreciado Alejandro: Al igual que sucedió con Ángela, encuentro en tu escrito una nota al final que acñara el carácter ficticio del reportaje. Es interesante porque nos permite compartir y reforzar algunas de las nociones básicas sobre las que hemos venido discutiendo. ¿En qué momento y a través de qué recursos algo escrito que no sucedió puede dar la impresión de que es verdadero? ¿O al revés? Por una parte, decíamos la sesión pasada, fíjate cómo el esrito incorpora un nombre, una fecha, el nombre real de uno de los aeropuertos de París, y otros elementos que lo visten de "realidad". Por otra parte, en el otro texto que leímos de Ricoeur, nos explica cómo la escritura se asume por los lectores como algo más "serio" y por lo tanto más cerca de la verdad, que aquello que escuchan o les es transmitido de forma hablada. Entender o "malentender" es entonces también comprender que tipo de texto se está escribiendo y qué tipo de texto se está leyendo. La advertencia de tu texto, revela que al escribirlo y echar mano de los recursos para hacerlo pasar por verdadero, podría haber un lector que lo entendiera así, y preferiste alertarlo. Seguiremos conversando. ¡Muchos saludos!

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