martes, 25 de agosto de 2015

FREE THE SLAVES



Mi nombre es Julio Olmedo, originario de Santander. Regresé hace unos meses después de estar viviendo en México por casi cinco años en donde realicé estudios en foto periodismo y me dediqué por muchos meses a cubrir los feminicidios en Chihuahua -estado ubicado al norte de aquel país- lo cuál me llevó a exponer una serie de fotografías y publicar mi libro bajo el título "Las muertas de Juárez".

Mi experiencia en México, todo lo que viví, los estados que conocí y en especial el tema en la frontera de los asesinatos de mujeres me llevó a interesarme particularmente en ellas a través de diferentes ámbitos. Le escribí un correo a Jordi Ayala, mi jefe en El País, -periódico para el cual colaboro desde hace unos años- y le expliqué mi intención de hacer un reportaje más amplio sobre el tema. Pero la respuesta fue otra. A partir de ello todo comenzó.

Regresé a España, al día siguiente de mi llegada ya tenía una reunión con Jordi para platicarme del nuevo proyecto. Se trataba justamente de cubrir junto con uno de los mejores reporteros del periódico el tema de la esclavitud, las mujeres, la prostitución y la trata de blancas. La intención era documentar todo, para más cuando existiesen los recursos hacer un documental para ser la voz de aquellas mujeres y que el mundo conozca lo que sucede en pleno siglo XXI. Me explicó, que poco antes de recibir mi correo estaban en búsqueda de un fotógrafo para el proyecto, cuando leyó mi mail sin dudar me ofreció el puesto.

La reunión se volvió algo impactante cuando una mujer -la representante de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituta- de nombre Elena nos empezó a contar su historia. ¡Me dejó sin habla! Las lágrimas escurrían al mismo tiempo que escuchaba hablarla, su marido la había orillado al mundo de la prostitución e incluso de una paliza había matado a sus gemelos aún en el vientre; una historia realmente triste, desgarradora y al mismo tiempo admirable por su fortaleza con la que salió adelante y el trabajo que realiza actualmente en la asociación.

Dicha asociación había recibido unos donativos justamente para investigación y difusión, Elena, nos ofrecía una parte de ello para recaudar más testimonios de mujeres que como ella habían sido sometidas. El trabajo no era fácil, la mayoría de las mujeres se encontraban en diferentes países de Europa, lo que fue de lo más costoso del proyecto y eso que solo viajaríamos dos.

Jordi, estaba contento con ese plan pero quería llevarlo más allá. Nos dijo que tendríamos que viajar también a Londres a visitar a un profesor y presidente de una ONG dedicada a la liberación de esclavos, el nuevo tipo de esclavitud de este siglo. Nos comentó que él llevaba años estudiando el tema y que sería fundamental entrevistarlo para nuestro proyecto, además de que igualmente daría un generoso donativo para la causa.

Al día siguiente de aquella reunión el reportero y yo comenzamos a trabajar. Nos llevó dos semanas organizar todo el plan e itinerarios. Nuestro primer viaje fue a Vigo, donde conocimos a Ana Miguez la directora de la ONG Alecrín quien empezó a introducirnos en el tema no solo de la prostitución sino también de la esclavitud. Nos hizo darnos cuenta que el tráfico de las mujeres como la prostitución siempre estarán ligados y son temas que no pueden tratarse por separado.

En total el reportaje nos llevo seis meses, a mi parecer las entrevistas claves y el viaje que nos llevo a comprender la magnitud de la problemática fue al Reino Unido con la socióloga Louise Brown pero sobretodo con el experto en esclavitud moderna Kevin Bales. Este hombre demasiado informado en el tema y con cifras, datos y encuestas de diferentes partes del mundo nos ahorró algunos viajes además de que su aportación no fue únicamente de conocimiento sino también económica.

Bales, nos explicó a detalle como trabaja y cuales son los secretos de la esclavitud moderna. Nos explicó punto por punto como el tráfico de personas y la esclavitud sexual y laboral funcionan en países como Rusia, Tailandia, Pakistán, México, Ucrania, Brasil, India, EUA, entre otros. En mi opinión, mi colaborador plasma en el reportaje perfectamente todo lo que obtuvimos de aquella entrevista. No teníamos planeado viajar hasta el continente Americano pero gracias a Bales fuimos hasta Nueva York y California donde conocimos a otros dos grandes hombres que hicieron posible el climax de esta historia: David Kyle y Rey Koslowski.

Hasta la fecha siempre comento que no hay mejor profesor que Koslowski para entender el fenómeno de la globalización quien la define tan simple como: "más trabajadores cruzando fronteras como los motores baratos de economías globalizadas, comúnmente para ser usados como mano de obra fácil en los países industrializados como Estados Unidos."

Sin duda, aún queda mucho por abordar en este tema y mucho que difundir. Son millones de niños y mujeres que todavía viven en la esclavitud y en el tráfico sexual. No es posible que en pleno siglo XXI siga existiendo esto y la fuerza y unión de las ONG's no sean suficientes para ponerlo en el radar internacional como una prioridad. Me siento satisfecho por el reportaje y las fotos logradas, en la publicación especial de El País se puede encontrar el reportaje completo así como las imágenes y esperemos que pronto podamos presentar el documental que si bien levantamos material de video en cada entrevista aún es poco para completarlo. Nos gustaría visitar cada una de esas aldeas y países de los que nos contó Bales, es un segundo proyecto en el que estamos trabajando y que estoy seguro que sin duda pondrá el tema en el ojo crítico.

Aún antes de dormir, cada noche pienso en la frase que nos dijo David Kyle: "El truco es insistir en que le debes dinero, de forma que la deuda jamás se satisface".





NOTA: ESTE TESTIMONIO ES FICTICIO Y SE ESCRIBE ÚNICAMENTE PARA EFECTOS ACADÉMICOS.







No hay comentarios:

Publicar un comentario